Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) es considerado una de las figuras clave del arte europeo del siglo XX. Modernista hasta la médula, provocó un terremoto en el mundo artístico con sus imágenes de contornos marcados y colores intensos. Difundió sus ideas a través del movimiento Die Brücke (El Puente) y la escuela MUIM-Institut de pintura moderna, de los cuales fue cofundador.

El trabajo de Kirchner reconcilió pasado y presente a través de un prisma expresionista, reflejando las últimas ideas de vanguardia en el campo artístico, mientras exploraba los asuntos y enfoques académicos tradicionales. Sus obras abordan cuestiones sociales, morales y emocionales con gran intensidad. Perspectivas distorsionadas, líneas duras y colores poco comunes eran los pilares de su trabajo, así como un interés recurrente en captar la forma humana, ya sea en animadas vistas urbanas como Escena de una calle de Berlín (1913) o en su famoso y decadente estudio.

En este libro introductorio exploramos el periodo de la carrera de Kirchner que lo llevó por Alemania y Suiza, y que incluye la fundación de Die Brücke y su inclusión en la infame exposición “Arte degenerado” organizada por los nazis en 1937. Por el camino, encontramos paisajes llenos de vida, elegantes desnudos, intensas escenas urbanas y, sobre todo, un persistente énfasis en la experiencia emocional tanto del pintor como del espectador.