El 7 de junio de 1905 se fundó el grupo artístico Die Brücke (1905-1913) en la ciudad alemana de Dresde, un acontecimiento que es considerado el nacimiento del expresionismo. Dirigido por Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Bleyl, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff, el colectivo quiso combatir las convenciones académicas y, como su nombre sugiere, tender un puente hacia el arte del futuro. Su manifiesto, impreso con plancha de madera, ponía énfasis en la completa liberación del artista de todas las convenciones a la hora de crear y vivir su vida.

Este arte, nuevo y libre, no abandonó los retratos, paisajes y escenas urbanas, pero sustituyó la representación objetiva de la realidad por la expresión de una geografía interior. En las pinturas, así como en los linograbados y xilografías, los artistas de Die Brücke llenarían el espacio pictórico con líneas irregulares, formas sencillas y colores intensos, todo lo necesario para expresar su percepción subjetiva del mundo. Al igual que los fauvistas, se inspiraron en los estilos de tradiciones artísticas no occidentales, procedentes de África y Oceanía, al tiempo que revivieron las técnicas de impresión y pictóricas de Alberto Durero y Lucas Cranach, El Viejo.

Este libro profusamente ilustrado desvela este movimiento esencial del expresionismo. Pasamos revista a las obras clave de Die Brücke y a sus protagonistas, examinamos el origen internacional de sus variadas fuentes de inspiración y analizamos su influencia crucial en el arte posterior del siglo XX. En el camino nos encontraremos con desnudos de gran naturalidad, vistas de calles concurridas e idílicas escenas de bañistas. Un nuevo tipo de arte rebosante de energía.