Revolución sexual, derechos civiles, Flower Power, minifalda, liberación de la mujer, la píldora, Black Panthers, hippies; todas estas palabras y locuciones entraron en nuestro idioma en la turbulenta década de 1960. La década comenzó como una extensión de los años 50 y terminó con un caos mundial cuando los baby boomers alcanzaron la madurez sexual. Una década divertida para las revistas masculinas.

Mientras el dominio mundial de Playboy crecía, con Francia, Alemania, Inglaterra e Italia produciendo títulos sobre el “estilo de vida masculino”, la diversificación se extendió en EE.UU. Aparecieron las primeras revistas sobre pechos grandes, con Fling, Gem y The Swinger; los títulos de aventuras para hombres (con desnudos) apelaban a la nostalgia a los veteranos de mediana edad; las revistas humorísticas aguantaron (a duras penas), mientras que las revistas hippies nudistas explotaron un vacío legal que les permitía mostrar el vello púbico.

Italia finalmente se unió a la fiesta con fotonovelas sexys y un héroe llamado Supersex. América Latina, sumida en la represión religiosa y la inestabilidad política, se aferró al viejo formato burlesco. Francia conservó la revista preferida durante la posguerra, Folies de Paris et de Hollywood, para el público de más edad, y lanzó LUI, un elegante clon de Playboy, para sus hijos. Mientras el mundo se ponía minifalda, Inglaterra se miraba a sí misma y se deleitaba con el fetichismo de bombachos y enaguas de Spick and Span. Pero ningún país superó a Alemania, donde Ulrike Meinhof lanzó Konkret en 1969, una revista sobre la revolución sexual y política, antes de formar la Facción del Ejército Rojo, una organización terrorista activa en la antigua RFA que atentó con bombas, secuestros y asesinatos.

El Volumen 3 contiene más de 650 estupendas portadas y fotografías procedentes de Argentina, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y los EE.UU., además de texto.