En 1958, Milton Luros dejó su trabajo en Nueva York como diseñador e ilustrador de revistas baratas de detectives y se mudó al barrio de North Hollywood, en Los Ángeles, California. Un año después, con un préstamo de una figura del hampa, fundó un imperio editorial que revolucionó las revistas para hombres en la década de 1960. Sus llamados “slicks de California” tomaron prestado el tema de las chicas malas de las revistas burlescas anteriores a Playboy para presentar mujeres con el pelo largo y muy maquilladas que fumaban y bebían, ahora en escenarios de mediados de siglo de la costa oeste con mejor fotografía, papel e impresión. Sin artículos que las redimieran, estas revistas eran demasiado fuertes para los quioscos, pero se vendieron más que Playboy en estancos y librerías especializadas.

El californiano Elmer Batters inventó la fotografía artística de piernas ese mismo año con revistas como Black Silk Stockings, Leg-O-Rama, Tip Top y Elmer’s Naked Jungle, entre otras. De vuelta en Nueva York, Irving Klaw puso a la venta revistas fetichistas en las mismas librerías especializadas, lo que condujo a un boom del fetichismo en la década de 1960, con High Heels, Satana, Striparama y Leg Show de Lenny Burtman. Un aumento simultáneo en la producción de películas de explotación sexual generó revistas dedicadas a ellas, como Blazing Films y Banned.

La libertad de los años sesenta también se extendió a Inglaterra, donde George Harrison Marks lanzó las revistas Kamera y Solo con modelos totalmente desnudas que posaban ocultando a duras penas las partes prohibidas; inventó así los títulos de “estantería de arriba”, aquellos que no se mostraban públicamente. Y, por último, la fría Escandinavia puso sobre la mesa el “pecado sueco”, con las primeras revistas que retaban la censura europea, un desafío que pronto ganarían.

El Volumen 4 de esta serie contiene más de 650 portadas y fotografías innovadoras procedentes de EE.UU., Inglaterra y Suecia acompañadas de textos descriptivos.