En los años ochenta, el mundo de la moda quería hacer una declaración de intenciones y encontró en el legendario fotógrafo de moda británico David Bailey a su cronista perfecto. Después de que Bailey hubiera dado forma al estilo de los Swinging Sixties, la moda de los ochenta le planteó un nuevo reto: colores más vivos, más glamour, modelos esculturales, maquillaje extremo, licra, monos, power dressing, cardados imposibles y, como dice Grace Coddington en su introducción, «chaquetas de hombreras sobre las minifaldas más minis y zapatos de tacón peligrosamente altos».

Eighties recopila la obra de Bailey, una selección de fotografías de moda que definieron aquel tiempo tomadas de las páginas de Vogue Italia, Vogue París y Tatler entre otras muchas publicaciones. Con colecciones de alta costura, pasarela y prêt-à-porter de los diseñadores más importantes de la época, como Azzedine Alaïa, Comme des Garçons, Guy Laroche, Missoni, Stephen Jones, Valentino e Yves Saint Laurent, el libro es el testimonio de una década que desmanteló las jerarquías del gusto para reintroducir en la moda la diversión y el sexo, recordándonos que no tenemos por qué pensar en ellos como algo sucio. Aquí las joyas brillan, las sedas resplandecen y los trajes se relajan. Las más bellas son capturadas en su momento más juguetón, poderoso y provocativamente sexy. Y en sus páginas vemos a iconos y bellezas legendarias de la década de 1980: Catherine Bailey, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Catherine Deneuve, la princesa Diana, Jerry Hall, Marie Helvin, Grace Jones, Kelly LeBrock, Christy Turlington, Tina Turner y muchas más.

Las resonancias culturales de la década de 1980, presentes en nuestras pantallas, pasarelas y escenarios de conciertos, hacen que la actualidad sea ideal para recontextualizar su perdurable legado de maximalismo y excesos. Eighties ofrece una oportunidad única para hacerlo con David Bailey como guía e intérprete que no teme hacer un guiño a su público. Según afirma el propio Bailey en el prólogo: «Los ochenta resultaron ser mágicos». Aquí, esa magia cobra vida.