Los individuos de Naomi Harris no son los androides perfectos que suelen protagonizar el erotismo contemporáneo, sino gente común y corriente con vidas sexuales extraordinarias. Este libro explora una dimensión del sexo en EE UU de la que se sabe muy poco. Edición limitada a 1.000 ejemplares (No. 101–1,100) numerados y firmados por Naomi Harris y Richard Prince. La portada presenta una reproducción en metal serigrafiado a cuatro colores y en relieve del clásico cartel de un motel norteamericano, especialmente concebida y creada para esta edición.

Richard Prince descubrió a Naomi Harris en The New Erotic Photography (La nueva fotografía erótica) de TASCHEN y sus fotos de estadounidenses que practicaban el intercambio de parejas (swingers) le intrigaron tanto que consiguió localizar a esta neoyorquina de 34 años, decidido a convertirla en su protegida.

Cuando supo que TASCHEN la había contratado para realizar America Swings, pidió hacerle una entrevista. En ella revela parte de lo que confiere un carácter tan único a su obra: “Cuando contemplo una de tus imágenes de personas liberales, lo que veo es sobre todo a tí misma observando 'desde fuera' aquello que estás fotografíando: semidesnudos, desnudos.., te veo haciendo estas fotos de nuestros vecinos practicando sexo...”.

Se refiere al secreto de Harris para ganarse la confianza de sus modelos: para acceder al mundo de la clase media que practica el intercambio de parejas, ella ha tenido que unirse a ellos y a menudo trabaja sólo con zapatos y un cinturón de herramientas para sostener su equipo fotográfico. Esta técnica tan audaz funcionó tan bien, que en 48 meses había conseguido fotografiar 38 fiestas por todo el país, desde Mahwah (Nueva Jersey) hasta Pleasanton (California) pasando por Big Lake (Minnesota) y Washington (Texas). Sus protagonistas no son los androides perfectos que pueblan la erótica contemporánea, sino gente común con una vida sexual fuera de lo corriente, incluyendo maestras de escuela multiorgásmicas, enfermeras polisexuales, personas bisexuales de la tercera edad y los Mandingos, un grupo de hombres afroamericanos que prestan servicios a las esposas blancas.

Sensacionalmente fotografiada y sorprendentemente sexy, Richard Prince describe America Swings de Harris como “algo gloriosamente alternativo, que no se puede alquilar, que no se puede descargar, que es desinhibido y está lleno de una sensación de extraña dicha. Casi como un parque temático de J. G. Ballard dedicado al sexo”.

También disponible en Edición de Arte limitada de 100 ejemplares numerados y acompañados por una de las dos láminas originales

“No me cabe duda de que esta gente está teniendo mejor sexo que el resto de nosotros”.
- NAOMI HARRIS